Háy! dulzura de piel que se desliza como la miel en los labios del enamorado, tus curvas entumecen la mirada de la percepción como estupefaciente en la corniza de mi cabeza; tus vueltas, tu rastro perenne de perfume de narcisos, tu pecho que se infla, tus senos tiernos y apretados dinamizan mi imaginacion, tú, mujer preciosa de cabellleras rojas, luz propia del alba épico en la epopeya de la delicia y el encanto, del amor, tu melodia y colores, tus piernas aterciopeladas acarician mis ojos, rompen mi aire , embrutecen mis sentidos y el instinto se me hace indómito...
Permíteme estas palabras sinceras en tu indiferencia, tu nada es la motivacion para este bardo, despues de todo, no mates mis versos con respuestas gentiles y condescendientes, mas abofetéame la cara con la sutileza de tu distracción, rómpeme el corazón, fusila mis palabras, por favor, no digas nada...
Efimeramente tuyo.
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