viernes, 19 de septiembre de 2008

Grisalla, perpetua grisalla.

Tonos carmesí, no se ven; carne carmesí, no se vé, tono carmesí, no se siente, carne carmesí, no se siente; cicatriz grisaille, se vé, pero no se ilumina carmesí, cicatriz re-cortada, se vé, se sienté, sangre carmesí, no se vé, se siente; espacio mustio, se siente, no se vé, fraccion helicoidal de espacio: no se siente, se vé, ¿se hace carmesí?: no, no se hace carmesí; niño boquiabierto de labios carmesí, ¿se ve? no, no se vé, ¿se siente? no, no se siente, ¿molesta? si, dá picazón en los brazos; gas fugando por el camino helicoidal: no se vé, no se siente, ¿se deleita?: un poco, solo sabor, pero no se siente, no termina de deleitar; vaciamiento: no se vé, se siente: en los antebrazos primero, luego las manos se ponen frias, de nuevo, ¿se siente? no, ya no se siente, ¿deleita? no, directamente no vuelve las venas sobre sí, no se siente, no se deleita; ¿se vé?: ¿se vé quien? el vaciamiento, ¿se puede ver?: si creo que sí, veo voces que comienzan a secarme, lo siento ahora, un poco, produce hambre, produce chorreos; espíritu: ¿se siente? leve, volatil inquieto, se sienten hormigueos, ya no se siente, vuelven las voces, pero tenues, lentas, ¿por qué no hablan bien? creo que son chiquillos jugando una broma, creo dormirme; la fragilidad: ¿es carmesí? empiezo a ver un destello de fragilidad, espero tenerlo antes de aquello otro mencionado antes de comenzar esta proyección, no me entiendo mucho...; bien, ahora présta atencion por debajo de tu piel, ¿sientes carmesí? deberías sentirlo ahora; no, no lo siento, creo que veo ceguera, impronta y dilatada ceguera, ya creo que soy en vano, ahora soy en vano, no siento mis oidos, no siento nada, no creo estar hablando esto contigo, no creo, creo dilapidarme finalmente, creo no estar ya hablando;- sollozos, sollozos cicatrizados- no fuiste en vano, creo que perdiste poco mas de un gramo, aqui estaré, aunque creo ya no estar hablandote tampoco, compañero, no saldremos ya de la grisaille, descansemos, descansemos bajo nuestros pies empapados carmesí, decansemos...

viernes, 12 de septiembre de 2008

“¡Miserere...

...misántropo mi amor, por favor a los dioses sin estatuas ni bustos de bronce, sé cuidadoso en tu viaje si no hazaña, cultiva tu propia tierra, pero no les hagas demasiado daño; yo, sin saber quienes serán tus presas rezo por ellas, así, con las manos juntas y elevadas…así… ¿ves? Así ruego piedad de ti, tengo miedo de que alguna aberración puedan concluirte en este viaje tuyo que desconozco, mas mi corazón vive en mi boca, como tú, misántropo mi amor, como cuando saboreas en vano los corazones de quienes torturas, ¡pobres almas! ¡Su corazón termina en desecho pútrido, como todos los cadáveres que conocí gracias a ti! Sin embargo no te pido que dejes de viajar, así eres y te acepto mi amor, mi loco misántropo, por favor cuando coloques el hierro caliente en el rostro de alguien, tenme en cuenta, que pienso en ti constantemente, rezando, llorando, pensando, a veces hablo con los vecinos… pero solo para contarles el orgullo que me das cabalgando tu caballo, enfilando hacia el destino, husmeando las ropas de la muerte. ¡Oh! Mi hombre sápido de sangre, por favor no tengas vergüenza de mí, yo te quiero como a nada en el mundo, eso pudiste comprobar cuando traje aquella niña y sin esperar un segundo te preparé con ella una rica sopa de verduras… con olivas ¿recuerdas? Las olivas para darle ese sabor que tanto te gusta, ese que mi carne ya no te puede dar…oh amor, sabes que daría mi vida por haber sido, desde tu lecho, una sopa servida en tu mesa, humeante de blanco vapor, y de todas maneras, me siento muy feliz ahora a tu lado, cocinándote los restos de mi obsesión, caldeando los caldos con algunos corazones y huesos, colocando cuidadosamente los ojos de tus víctimas en un frasco de formol para que los contemples muy de cerca, lascivo y toquetón de noche junto al hogar, degustando tu brandi y oliendo el tabaco de tus cigarros, ¡oh amor! No dejes nunca de ser toquetón. Ya misántropo mi amor, ya se que estoy molestando tu partida, tu partida hacia una tierra desconocida, a las víctimas fáciles, hacia los dioses sin estatuas ni bustos de bronce, a altamar de terciopelo carmín… ve en paz amor, juro estar pronto a tu lado, sirviéndote sopas, cuidando los ojos de tus victimas, y dándote nuevos niños para degustar, adiós misántropo mi amor… y por favor recuerda! Miserere misántropo mi amor, miserere…”
Sollozos estupefactos.

FIN


“La viuda enamorada del misógino embalsamado llorando en el cenotafio comunitario”